3. Escoge los muebles
Una vez que sabes qué necesitas y en qué estilo lo necesitas… ¡solo falta elegir! En general los tonos crema, blancos y madera suelen lucir genial decorar recibidores pequeños (a no ser que la puerta tenga cuarterones de cristal por los que pueda pasar la luz, en cuyo caso puedes apostar por colores más oscuros). Sigue leyendo y descubre algunas ideas sobre cómo combinar esos muebles de forma muy atractiva.
Si recubres el espejo con un marco de mimbre y pones una cestita del mismo material sobre una mesa blanca, ya tendrás un recibidor con muchísimo encanto. Esta combinación es perfecta para quienes les gusta el estilo más rústico.
Si crees que no te hace falta nada más, ¿por qué incorporar muebles innecesarios en esta zona de la casa? Con un espejo y una balda en la que poder dejar tus llaves al llegar, puede que tengas más que suficiente. De hecho, hacer de este espacio un lugar minimalista quizá sea una de las mejores decisiones al amueblar un recibidor de pequeñas dimensiones.
¿Quieres hacer del hall un lugar donde escoger tu bolso o tus zapatos antes de salir por la puerta? Pues si tienes espacio suficiente, échate la manta a la cabeza e incorpora un espejo grande y una zapatera/cajonera en esta zona. También puedes guardar ahí tus gafas de sol o cualquier otro accesorio que te apetezca.